Thursday, February 22, 2018

El paleolítico


La época de la piedra tallada
El término paleolítico hace referencia al primer período de la prehistoria. Etimológicamente, significa piedra antigua (de las voces griegas paleo, antiguo, y lithos, piedra). Los instrumentos de piedra procedentes de este período fueron confeccionados con una técnica primitiva (la piedra tallada), en contraste con la técnica más depurada propia del período posterior o neolítico (la piedra pulimentada).
El paleolítico ha sido la etapa más extensa de la evolución de la humanidad (99 %) y comprende sus primeras manifestaciones culturales. Tuvo su origen aproximadamente hace unos dos millones de años y terminó hace unos 10.000 años.
Bifaz achelense (Museo Boucher de Perthes, Abbeville, Francia)
El paleolítico se ha dividido en tres grandes etapas: inferior, medio y superior a partir de los testimonios líticos (instrumentos de piedra) que dejaron los antepasados de los seres humanos.
Las glaciaciones
En el cuaternario o pleistoceno las condiciones de vida fueron extremadamente duras. El planeta sufrió grandes cambios, especialmente climáticos. Se produjo una secuencia de fases de glaciación alternadas con bonanzas climáticas.
La primera glaciación se denomina Günz; ocurrió durante el pleistoceno inferior, iniciado hace un millón de años. Durante el pleistoceno medio, que comenzó hace unos 700.000 años, se desarrollaron las glaciaciones de Mindel y Riss, con un período interglaciar entre ambas de una duración aproximada de unos 400.000 años. Durante el pleistoceno superior, iniciado hace unos 180.000 años, se produjo la glaciación de Würm, cuyos efectos marcaron el relieve europeo desde hace unos 65.000 años hasta hace 10.000 años. El fin de la última glaciación coincide con el final del paleolítico.
Los primeros antepasados de la especie humana
En África, hace cinco millones de años, el linaje humano se separó del de los chimpancés y apareció el primer antepasado de la humanidad actual: el Ardipithecus ramidus.
Un millón de años más tarde surgió de esta especie el Australopithecus anamensis, que ya era bípedo. A partir de entonces, las manos quedaron libres para poder manipular los recursos que ofrecía la naturaleza y, especialmente, para poder fabricar instrumentos.
A partir del Australopithecus anamensis se desarrollaron dos grupos distintos. Uno de ellos, con el tiempo, dio lugar a otras dos ramificaciones: el Australopithecus africanus y el Homo habilis. Este último es el primer representante del género que pertenece a la especie humana. Las etapas correspondientes a los distintos australopitecinos y al Homo habilis quedaron restringidas a tierras africanas.
Hachas de sílex pulidas del paleolítico, procedentes del valle del Yonne en Francia (Museo del Palazzo Chiericati, Vicenza, Italia)
Hace más o menos un millón de años, la rama Homo estaba representada por el Homo ergaster. Sus descendientes, entre los cuales figuraba el Homo erectus, abandonaron África y colonizaron Asia y Europa.
Según una de las teorías que explican la evolución de los homínidos, en Europa y en el Próximo Oriente asiático las poblaciones de Homo erectus dieron lugar, por evolución regional, al hombre de Neanderthal, caracterizado por una elevada capacidad craneal y una fuerte complexión física. Vivía en África, Asia y Europa hace unos 100.000 años.
• La aparición del Homo sapiens
Paralelamente, surgió en África otro nuevo grupo de seres humanos, que constituye la especie humana actual, el Homo sapiens sapiens. Su primer representante fue el Homo rodhesiensis u Homo sapiens sapiens arcaico, seguido del Homo sapiens sapiens. El nuevo grupo proveniente de África sobrevivió, se adaptó a los diferentes ecosistemas terrestres y ocupa en la actualidad todo el planeta.
Esta teoría evolutiva, basada en el estudio del ADN mitocondrial, afirma que el Homo sapiens apareció en Africa hace unos 130.000 años, emigró hace unos 70.000 años a Asia y, desde el Próximo Oriente, habría colonizado Europa hace unos 50.000 años. Asimismo, desde Asia habría pasado a América en diversas oleadas migratorias (algunos estudiosos, por el contrario, piensan que los primeros seres humanos de América podrían haber llegado a este continente desde los archipiélagos de Oceanía).
Bisonte de la cueva de Altamira (hacia 15000 a.C.)
Algunos prehistoriadores defienden otra teoría para explicar la expansión de los antepasados del ser humano actual, basándose en los restos del denominado Homo antecessor, encontrados en 1997 en la sierra de Atapuerca (Burgos, España). Estos investigadores tratan de demostrar que, a partir de esta especie, los seres humanos vivían en Europa hace más de 800.000 años. El Homo ergaster se habría ramificado en Homo erectus y en Homo antecessor. A su vez, este último se habría ramificado en el Homo heildelbergensis, que derivaría en el hombre de Neandertal, y en el Homo rodhesiensis, que derivaría en el Homo sapiens, la especie humana actual.
Los fósiles humanos más modernos descubiertos en Europa (con una antigüedad no superior a los 40.000 años) son los hombres de Cromañón, de Grimaldi y de Chancelade.
Las etapas del paleolítico
Desde el punto de vista puramente arqueológico y cultural, en el paleolítico pueden distinguirse claramente tres etapas: el paleolítico inferior, el paleolítico medio y el paleolítico superior.
• El descubrimiento del fuego
El paleolítico inferior empezó en Europa a principios del período cuaternario y finalizó con la aparición del hombre de Neandertal hace 120.000 años. Cubre un período que se inicia con los primeros útiles líticos reconocibles, encontrados en los yacimientos de Gona, en la región etíope de Hadar, y que tienen una antigüedad de 2,5 millones de años.
Su tecnología se basaba en la manipulación de algunos tipos de piedra que, al ser golpeadas, se rompen formando filos. En los yacimientos más antiguos se encuentran las herramientas más simples, formadas por lascas sin retocar y cantos trabajados monofaciales, los llamados choppers. Este tipo de tecnología lítica se denomina Olduvayense o del Modo 1.
Los llamados caballos chinos pertenecen al yacimiento de Lascaux (Dordoña, Francia), cuyas pinturas, con representaciones de varios tipos de animales, entre los que se incluye una especie de unicornio, están fechadas ca. 13000 a.C.
El acontecimiento más destacado del paleolítico inferior fue, sin duda, el descubrimiento del fuego, lo cual tuvo una gran importancia en el ámbito económico y social. El primer homínido cuyos restos están asociados al fuego es el Homo erectus.
• El hombre de Neandertal
Durante el paleolítico medio se adoptó una nueva tecnología lítica, el Modo 3, que supuso un gran avance técnico, pues permitía producir con el mismo volumen de piedra una mayor cantidad de filos cortantes.
El término paleolítico medio es genérico e incluye todas las industrias líticas de este período en el Viejo Mundo. Para referirse a esta fase en Europa occidental y en el Próximo Oriente, se emplea la denominación de musteriense, nombre derivado del abrigo rocoso de Le Moustier, situado en el departamento francés de la Dordogne.
Durante el paleolítico medio los homínidos ya estructuraban el espacio para adaptarlo a sus necesidades. Este período está asociado a una especie humana característica, el hombre de Neandertal, nombre derivado de un valle cercano a Düsseldorf (Alemania), donde se encontraron sus primeros fósiles en 1856. Conocía el fuego y enterraba a sus muertos. Sus diferencias respecto al Homo sapiens se centraban en el cráneo: nariz ancha, cara sin mentón, caja craneana baja y alargada hacia atrás, fuerte resalte óseo bajo las cejas y frente huidiza.
El hombre de Neandertal dominó Europa durante casi 200.000 años. Pero hace 40.000 años empezó a ser sustituido por una especie diferente, el Homo sapiens.
• La aparición del arte
El paleolítico superior lo protagonizó el Homo sapiens, una especie que había desarrollado una forma nueva de trabajar la piedra, conocida como Modo 4. Esta etapa comprende cuatro culturas: auriñaciense, con una antigüedad de 30.000 años; perigordiense, desarrollada hace entre 27.000 y 22.000 años; solutrense, desarrollada hace entre 22.000 y 18.000 años; y magdaleniense, desarrollada hace entre 18.000 y 12.000 años.
Durante el paleolítico superior apareció el arte en las pinturas rupestres. Entre las numerosas pinturas conservadas destacan las de la zona franco-cantábrica, entre ellas las correspondientes a las cuevas de Altamira (España) y Lascaux (Francia), y las del litoral mediterráneo español.
Las figuras zoomorfas dominaban las representaciones. Sobre todo se representaban grandes mamíferos, como caballos, ciervos, bisontes, uros y, con menor frecuencia, peces.
La Venus de Willendorf, 25000-18000 a.C. (Museo de Historia Natural, Viena)
Otra forma de representación artística fue el arte mobiliario, en el que destacan las venus, nombre con el que se conocen las figuritas con los caracteres femeninos hipertrofiados (senos, vientre, nalgas).
El paleolítico en América
Los primeros pobladores de América procedían de Asia y llegaron al continente a través del estrecho de Bering, en Alaska. Este estrecho apareció con la glaciación de Wisconsin, ocurrida hace entre 70.000 y 7.000 años, que produjo la retirada de las aguas y la aparición de un estrecho puente de tierra entre ambos continentes. El paleolítico en América se ha dividido en tres subperíodos: protoindio, paleoindio y mesoindio.
El subperíodo protoindio se inició con la llegada de los pobladores al continente. Eran grupos de cazadores-recolectores, que perseguían mamuts y bisontes, y usaban instrumentos de madera, hueso y piedra; con ésta se producían grandes choppers, raspadores, martillos y herramientas bifaces. Sus restos se han encontrado en Jobo, Muaco y Cumaré (Venezuela); en Farmington –estado de California–, Texas e Idaho (Estados Unidos); en Tequixquiac (México); en Pikimachay (Perú), y en Argentina, en el altiplano andino y en la región Valliserrana.
El siguiente período (paleoindio) se extendió, aproximadamente, desde hace 20.000 años hasta hace 10.000 años. Los americanos de esta época usaban dos nuevas industrias líticas: la de las puntas de proyectil, talladas finamente en piedra, que presentan variedades denominadas Clovis, lanceoladas, Folsom, Inca, Fell, de cola de pescado, etc.; y el atlatl o propulsor, utilizado para cazar.
El subperíodo mesoindio coincidió con el fin de la glaciación de Wisconsin y la retirada de los hielos hacia el norte. Los cambios climáticos provocaron la extinción o migración de muchos de los grandes animales y el paisaje comenzó a parecerse al actual. Los cambios ambientales causaron alteraciones en el patrón de subsistencia y de asentamiento. Esta etapa se prolongó hasta hace unos 4.000 años; en ella se observan ya restos de experimentación agrícola.

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