Monday, February 26, 2018

La revolución rusa


Antecedentes de la revolución de 1917
En 1917 tuvo lugar en Rusia un proceso revolucionario que puso fin a la autocracia zarista y culminó con la instauración del primer régimen socialista del mundo. La revolución rusa representó el nacimiento de la Rusia moderna y la concreción de un modelo económico y social que se convirtió en punto de referencia obligado del movimiento comunista mundial.
• La Rusia zarista
A principios del s. XX, la Rusia de los zares, a diferencia de la Europa occidental, era un estado sujeto a un total inmovilismo político, incapaz de resolver las múltiples tensiones generadas por el crecimiento industrial y por las transformaciones sociales que de él se derivaban. Era un régimen dominado por la burocracia estatal, la nobleza terrateniente y la Iglesia ortodoxa, que garantizaban al zar la lealtad de sus súbditos, sobre todo en las zonas rurales. El sistema político ruso era una autocracia, donde todos los partidos políticos estaban prohibidos. La ascensión al trono del zar Nicolás II en 1895 había reforzado esta situación política.
Vladímir llich Lenin frente al Kremlin (cuadro de Isaak Brodski)
Sin embargo, las nuevas fuerzas sociales surgidas de las transformaciones económicas que experimentaba el país desde mediados del s. XIX exigían cambios en todos los sentidos. La burguesía, de escasa influencia social y política, planteaba la necesidad de un mayor control sobre las decisiones del Estado, es decir, el nacimiento de un sistema político representativo. Estaba representada por el Partido Constitucional Democrático (KD).
El descontento del campesinado era fuente de graves conflictos y revueltas sociales desde hacía décadas. El Partido Socialrevolucionario era la organización más poderosa de la oposición clandestina; sus miembros (eseritas), que estaban fuertemente implantados en los medios rurales, defendían una modalidad específica de socialismo agrario basada en la reinstauración de las comunas agrarias tradicionales.
La industrialización había incrementado el número de obreros fabriles, que a principios de siglo eran unos dos millones, una cifra insignificante para una población que superaba los 100 millones de habitantes, pero la influencia política del movimiento obrero era notable, ya que la industria estaba concentrada en las ciudades, sobre todo en la capital, San Peterburgo, y en Moscú. En 1898 nació el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que se fraccionó, en 1903, en dos partidos (mencheviques, "minoritarios", y bolcheviques, "mayoritarios"). Los mencheviques eran socialdemócratas reformistas, partidarios de la democratización del país mediante la implantación de un sistema parlamentario; los bolcheviques, por el contrario, deseaban una revolución socialista a corto plazo, por medio de la violencia si era necesario. Los anarquistas también tenían influencia en los ambientes obreros y campesinos.
La familia del zar Nicolás II (1901). Autócrata convencido y contrario a las reformas iniciadas por Alejandro II, el último emperador de Rusia fue ejecutado, junto con su familia, en julio de 1918.
El Imperio ruso, que constituía el estado más extenso del mundo, estaba formado por una amalgama de nacionalidades que no gozaban de ningún tipo de derechos políticos ni culturales. En algunas zonas, sobre todo en Finlandia, en la Polonia rusa y en los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), habían surgido partidos que reclamaban el reconocimiento de la personalidad política de las minorías nacionales.
En este ambiente repleto de tensiones, la crisis económica que vivía el país desde principios del s. XX y la derrota en la guerra ruso-japonesa (1904-1905) acentuaron el ya crónico malestar social y político; la agitación de los diversos grupos de la oposición desembocó en la revolución popular de 1905.
• La revolución de 1905
La revolución de 1905 comenzó con el llamado Domingo Sangriento. El 22 de enero una manifestación de miles de obreros se dirigió al palacio de Invierno, residencia del zar en San Petersburgo. La cruenta disolución de la manifestación efectuada por el ejército provocó la protesta de los partidos de la oposición, que consiguieron que el zar estableciera un Parlamento (la Duma) encargado de elaborar una constitución liberal.
Domingo sangriento (1905), por Vladímir Egórovich Makovski (Museo de Historia Política Rusa, San Petersburgo, Rusia). Los sangrientos hechos acaecidos en San Petersburgo (9 de enero de 1905) provocaron la ruptura definitiva entre el zar y el pueblo.
La revolución de 1917
Entre 1906 y 1914 se produjeron dos hechos fundamentales que condicionaron el futuro del país. Por un lado, quedó frustrada la instauración de un régimen parlamentario, ya que la Duma carecía de poder real, lo cual provocó una oposición más intensa de la burguesía liberal. Por otro lado, se agudizó el descontento de la población campesina, que reclamaba el reparto de los latifundios (30.000 terratenientes tenían en sus manos la mitad de las tierras, mientras que la otra mitad estaba muy desigualmente repartida entre 82 millones de campesinos).
• La influencia de la I Guerra Mundial
Las causas de fondo de la revolución se encontraban en el atraso económico y social de Rusia y en su anacrónico sistema político. Sin embargo, la causa inmediata del estallido revolucionario fue la I Guerra Mundial, cuyas consecuencias acabaron de arruinar la economía del país, hicieron insostenible la situación del pueblo y provocaron que el Estado fuera incapaz de controlar el país.
• La revolución de Febrero
En febrero de 1917, San Petersburgo, que desde el comienzo de la guerra se llamaba Petrogrado, vivía un ambiente explosivo. A las manifestaciones espontáneas, sobre todo de mujeres que protestaban contra la escasez de alimentos y de carbón para la calefacción, se unieron los obreros en huelga de la principal industria de la ciudad, la fábrica Putilov. Cuando el Gobierno recurrió al ejército para reprimir la sublevación, parte de la tropa se unió a la protesta popular. El gobierno del zar había perdido el control de la situación, por lo que Nicolás II abdicó y Rusia se convirtió en una república.
Alexandr Fiódorovich Kerenski
Ante el vacío de poder creado surgieron dos gobiernos enfrentados: los diputados liberales de la Duma formaron un comité provisional de gobierno, mientras que el Soviet de obreros y soldados de Petrogrado (formado por delegados de las fábricas y de los cuarteles) constituyó un comité ejecutivo provisional, dominado por eseritas y mencheviques. En diversas ciudades se constituyeron soviets a imitación del recién creado en Petrogrado.
El 1 de marzo las negociaciones entre la Duma y el Soviet de Petrogrado desembocaron en la formación de un gobierno provisional, integrado sobre todo por miembros del KD (cadetes) y presidido por el príncipe Nikolái Alexándrovich Lvov. El único representante de los soviets era Alexandr Fiódorovich Kerenski.
• La dualidad de poderes
La revolución de Febrero hizo posible el establecimiento de un régimen de libertades, la liberación de los presos políticos y el retorno del exilio de los líderes bolcheviques (Lenin, Stalin y Molotov).
El Gobierno provisional, dominado por los liberales, había establecido una república parlamentaria con el objetivo de crear una Rusia capitalista, moderna y liberal. Su influencia real era muy escasa, ya que contaba con una doble oposición: la de los sectores monárquicos (el ejército, la Iglesia y la burocracia estatal) y la de la mayoría del pueblo, descontento por la continuación de la guerra y el aplazamiento de las grandes reformas del país.
Manifestación en San Petersburgo el 18 de junio de 1917 para reclamar el traspaso de poderes a los soviets. Los miembros de los soviets encabezaron numerosas acciones de protesta y se erigieron en un grupo de poder paralelo al gubernamental, hasta que, finalmente, el 25 de octubre de 1917, consiguieron la creación de un gobierno revolucionario presidido por Lenin.
Mientras tanto, los soviets se habían multiplicado por toda Rusia, tanto en las fábricas como en el campo y en el ejército, aglutinando el creciente malestar social y, con frecuencia, ignorando las decisiones del Gobierno. Su poderosa organización se constituía así en un poder paralelo al gubernamental. La descomposición de la situación en los meses siguientes a marzo de 1917 se puso de manifiesto en las continuas crisis gubernamentales y en las masivas manifestaciones de protesta. En mayo, Lvov constituyó un nuevo Gobierno en el que entraron eseritas y mencheviques; en julio, el socialista Kerenski formó otro en el que ya predominaban los ministros eseritas y mencheviques.
Durante estos meses, los bolcheviques mantuvieron una postura radical en favor del fin de la guerra, el reparto de la tierra y el respeto a las nacionalidades, por lo que aumentó su influencia en los soviets.
• La revolución de Octubre
A lo largo de 1917, el Partido Bolchevique pasó de 40.000 a 240.000 militantes. Tras su llegada del exilio, Lenin publicó una serie de artículos de prensa (Las tesis de abril), en los que reclamaba la paz inmediata y propugnaba la creación de un gobierno de los soviets que sustituyera al provisional.
Las manifestaciones de los soviets y de los bolcheviques contra la actuación gubernamental, y en especial contra la continuación de la guerra, se multiplicaron. Tras un fallido intento de insurrección bolchevique en julio, Lenin tuvo que huir a Finlandia y la mayoría de dirigentes del partido fueron detenidos. Sin embargo, cuando el general zarista Laví Gueórguievich Kornílov, comandante en jefe del ejército, intentó un golpe de fuerza contra el Gobierno, éste tuvo que recurrir a los bolcheviques para asegurarse el control de Petrogrado.
Asalto al palacio de Invierno de San Petersburgo (octubre 1917). Tras su llegada del exilio finlandés, Lenin apoyó la insurrección militar, que triunfó después del control de la ciudad por las tropas bolcheviques.
Tras regresar de Finlandia, Lenin convenció al comité central del Partido Bolchevique de que el caos en que vivía el país ofrecía la oportunidad de organizar una insurrección armada contra el Gobierno y hacerse con el poder. El 24 de octubre de 1917, los bolcheviques, con el apoyo de los soviets y bajo la dirección de Trotski, ocuparon el palacio de Invierno, sede del Gobierno, y otros centros vitales de Petrogrado, como la estación de ferrocarril y la oficina central de correos. Al día siguiente, el Congreso de los Soviets legitimó la insurrección, se atribuyó la máxima autoridad del país y creó un gobierno revolucionario (Consejo de Comisarios del Pueblo) presidido por Lenin. La revolución de Octubre había triunfado.
Rusia después de la revolución de Octubre
La consolidación de los bolcheviques en el poder se realizó tras su victoria en la guerra civil (1918-1921). En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Tras la muerte de Lenin en 1924 se inició una lucha por el poder dentro del Partido Comunista que culminó con la victoria de Stalin.
• Los decretos revolucionarios. La dictadura comunista
El Consejo de Comisarios del Pueblo promulgó una serie de decretos que pretendían conseguir la adhesión de las clases populares a la revolución. El decreto sobre el final de la guerra proponía una paz equitativa, sin anexiones ni indemnizaciones, y la firma con Alemania de un armisticio inmediato. El decreto sobre la tierra expropió los latifundios sin contrapartidas para sus propietarios; las tierras pasaron a manos de comités agrarios y soviets de campesinos. El decreto sobre las empresas industriales puso las fábricas bajo control de obreros y empleados. El decreto sobre las nacionalidades declaró el derecho de los pueblos de Rusia a disponer libremente de su destino.
Tras el triunfo de la revolución de Octubre, Lenin y Trotski lideraron las tropas bolcheviques durante la guerra civil (1918-1921) y consiguieron extender su poder por toda Rusia.
En noviembre, los bolcheviques no consiguieron la mayoría en las elecciones generales, previstas por los gobiernos anteriores a la revolución de Octubre. Los eseritas, el partido más votado en las elecciones, tenían el control de la Asamblea Constituyente, que se reunió en enero de 1918. Ante la imposibilidad de controlarla, Lenin acusó a la Asamblea de representar un modelo político burgués y procedió a su disolución.
La "democracia de los soviets" y la dictadura del proletariado se convirtieron en los pilares básicos del nuevo régimen revolucionario. El viejo lema "todo el poder para los soviets" se convirtió "en todo el poder para el Partido Comunista" (nueva denominación de los bolcheviques). En julio de 1918, la Constitución de la República Soviética Federativa Socialista de Rusia (RSFSR) definía al nuevo Estado como una república federal y socialista.
• La guerra civil y el comunismo de guerra (1918-1921)
El 3 de marzo de 1918 los bolcheviques firmaron con las potencias centrales el tratado de paz de Brest-Litovsk, que reconocía gran parte de las conquistas alemanas en Polonia y en los países bálticos.
Sin embargo, el fin de la guerra con Alemania no significó el inicio de la paz, porque en noviembre de 1917 había estallado la guerra civil entre los bolcheviques y sus adversarios. Mientras los comunistas controlaban sólo el territorio central de Rusia, las tropas de diferentes generales zaristas (los "blancos") se hicieron con el control del resto del país. El Ejército Rojo comunista, dirigido por Trotski, se enfrentaba además a diversos cuerpos expedicionarios extranjeros, a la rebelión de nacionalistas no rusos y, al final de la contienda, a grupos armados organizados por otros partidos de izquierda. En 1918, los comunistas asesinaron al zar Nicolás II y a su familia.
La Guerra Civil rusa (1918-1921). Período marcado por las revueltas, el hambre y la miseria, Lenin aplicó una serie de medidas, agrupadas bajo la denominación de comunismo de guerra, que tenían como objetivo la nacionalización de todos los sectores económicos.
La guerra civil acabó en 1921 con la victoria comunista, gracias a las divisiones entre los adversarios de la revolución, la disciplina interna del partido y la eficacia del Ejército Rojo.
En 1918, la economía del país estaba al borde del colapso. Para hacer frente a las necesidades que suponía la guerra civil, el régimen elaboró una política económica muy rígida y centralizada, conocida como comunismo de guerra, consistente básicamente en la nacionalización total de la industria y de la banca, la colectivización de la tierra y la supresión del mercado libre. También se tomaron medidas urgentes para asegurar la producción, como el trabajo obligatorio, la militarización de algunos sectores económicos (entre ellos, el ferrocarril) y la supresión del derecho de huelga.
Estas medidas permitieron a los comunistas ganar la guerra civil, pero su balance económico fue muy negativo, por lo cual creció el descontento entre los campesinos y entre los trabajadores industriales.
• La exportación de la revolución: la III Internacional
Lenin veía la revolución rusa como el primer episodio de una revolución socialista que tenía que alcanzar una escala mundial. En marzo de 1919 se fundó la III Internacional (Komintern), presidida por Zinóviev. Los grupos revolucionarios de los partidos socialistas se escindieron de éstos y constituyeron partidos comunistas nacionales, adheridos al Komintern. De este modo se consolidó la división del movimiento socialista entre socialdemócratas y comunistas.
• La nueva política económica (NEP). La estabilización (1921-1927)
El hambre, las enfermedades y la guerra habían causado millones de víctimas. La producción agrícola representaba sólo el 66 % de la de 1913 y la producción industrial se había reducido a una séptima parte. En marzo de 1921, los marinos de la base de Kronshtadt se sublevaron contra la dictadura comunista. Lenin comprendió que el país necesitaba un cambio de rumbo.
Entre 1921 y 1927, la nueva política económica (NEP) desarrolló un peculiar sistema económico mixto, una especie de capitalismo de estado en el que convergían elementos capitalistas y socialistas. Se permitió la propiedad privada en el campo y la venta libre de la producción por los agricultores, se reanudó la circulación monetaria, se desnacionalizaron las pequeñas empresas industriales y comerciales...
Entre 1921 y 1926, la producción agrícola experimentó un incremento del 100 % y la producción industrial se triplicó. A partir de 1926, la economía superó el nivel de producción de 1913. Sin embargo, los precios se dispararon y se produjo un desfase importante entre los precios industriales, muy altos, y los precios agrícolas, muy bajos. Además, la libertad de mercado favoreció a los campesinos ricos (kulaks), en detrimento de los pequeños campesinos y los asalariados del campo.
• La consolidación del régimen y el nacimiento de la URSS
En 1922 se firmó con Alemania el tratado de Rapallo, por el que ambos países restablecían sus relaciones diplomáticas. Dos años después, el Reino Unido e Italia reconocieron al nuevo Estado soviético, que progresivamente fue estableciendo acuerdos comerciales con otros países.
En 1921, el Partido Comunista asumió todos los poderes del Estado. En 1922, el Congreso de los Soviets acordó la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en la que se integraron la RSFSR, las repúblicas de Ucrania, Bielorrusia, Transcaucasia (que comprendía Azerbaiján, Armenia y Georgia) y, posteriormente, Uzbekistán y Turkmenistán (1924) y Tadzhikistán (1929).
Stalin
En 1923 se aprobó la Constitución de la URSS, que potenciaba la centralización y el poder del Partido Comunista. Éste controlaba el Soviet Supremo, máximo organismo legislativo del Estado, formado por delegados de los soviets de las repúblicas; sus órganos permanentes eran el Presidium y el Consejo de Comisarios del Pueblo.
• La sucesión de Lenin. La lucha por el poder
Tras la muerte de Lenin, que murió en 1924, los candidatos mejor situados para sustituirlo eran Trotski y Stalin, cuyas concepciones políticas eran divergentes en muchos aspectos. Con respecto a la organización y el papel del partido, Trotski defendía un funcionamiento más democrático, mientras que Stalin era partidario de un control absoluto de la organización por el comité central. Por otro lado, Trotski pensaba que era imprescindible extender la revolución al resto del mundo, mientras que Stalin creía que era necesario consolidar primero el socialismo en Rusia.
Stalin controlaba la organización interna del partido, por lo que progresivamente aisló a Trotski, que fue expulsado del partido y, dos años después, de la URSS; vivió como exiliado en varios países hasta que fue asesinado en 1940 en México por un agente de Stalin. Para entonces, éste había eliminado a sus opositores y era el líder indiscutido de la URSS.
La consolidación de la URSS
En 1928, la URSS empezó un nuevo período de su historia, marcado por la modernización y el desarrollo económico del país. En la década de 1930 se produjo una rápida industrialización y se impuso la colectivización forzosa en el campo; la planificación económica convirtió a la URSS en una gran potencia industrial y militar.
La victoria de Stalin consolidó el régimen soviético y conformó un sistema político, al que se denomina estalinismo, caracterizado por la dictadura personal del líder del partido, el culto a la personalidad, el totalitarismo, la burocratización del régimen y la supresión de toda oposición política mediante las purgas internas del Partido Comunista.
• La economía planificada. Los planes quinquenales
Tras el abandono oficial de la NEP en 1929, la planificación estatal de la economía fue presentada como la respuesta de la economía socialista al liberalismo capitalista. El Estado fijaba las directrices económicas de todos los sectores productivos y asumía el control directo de la producción industrial y agraria.
El primer plan quinquenal se inició en 1928. Sus principales objetivos eran la desaparición del sector privado desarrollado durante la NEP (comercio minorista, pequeñas fábricas...), la autofinanciación de las grandes inversiones industriales, la formación a gran escala de técnicos y mano de obra especializada, el desarrollo de la industria pesada y la construcción de gigantescas obras públicas.
Para alcanzar objetivos tan ambiciosos, el régimen movilizó a la población de forma casi militar y estableció cotas de producción obligatorias en todos los sectores para las diferentes organizaciones en las que estaban encuadrados los trabajadores. Las condiciones laborales de éstos eran muy duras (estajanovismo); en algunos casos, el régimen recurrió a los trabajos forzados.
Los resultados obtenidos fueron espectaculares en la industria, pero negativos en la agricultura.
El segundo plan quinquenal (1933-1937) tuvo como objetivo desarrollar la industria ligera y la de bienes de consumo. Un tercer plan quinquenal, destinado a desarrollar también la producción de armamento y el sector químico, se vio truncado por la invasión de parte del país por el ejército alemán en 1941.

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